18 de noviembre de 2013

Agradecimientos y disculpas

Agradecer:

MUCHO, MUCHO, MUCHÍSIMO (que es mucho más que mucho porque lleva más letras) los comentarios de bienvenida por el retorno al mundo digital.

Como os he encontrado a faltar. Aunque no soy mujer de comentar he ido siguiendo vuestras andanzas aquí y allí. Que lo sepais.

Es una lástima que no se pueda enviar agradecimiento por la red. O una suerte. Porque os iba a invadir la casa del suelo hasta el techo y de la puerta principal al más escondido rinconcito de vuestra vivienda.




Disculpas:

A Madam C. que la asusté muchísimo el otro día.

A saber: ella espera una Churrumbelilla y está de 7 meses (o por ahí). Quedamos para un café (es una manera de hablar ya que como toda buena embarazada sabe la cafeína poca y lejos).

Como madre en solitario y además sin más referente (pelis a parte que desinforman más que otra cosa) que la experiencia de mi madre (que nos había tenido cuando la gente usaba gasas e imperdible como pañal y creo que con eso no hace falta decir nada más). Indagué como le iba todo. A mis preguntas las respuestas rondaban el vago "aún estoy en ello" o el -para mi- alarmante "no sé, lo que surja".

Aggghhhh!- Gritaba mi cerebro

Como antigua embarazada primeriza vi reflejada en ella los errores míos. Como todos los humanos de a pie (seguro que solo San Pep Guardiola y el Dalai Lama son los únicos libres de este pecado) quería evitar que ella tuviera las mismas "decepciones,problemas" que yo. Pero ... como persona asilvestrada que es una.... en vez de hacer comentarios sugerentes que le dieran información sin apabullar le lancé la caballería a todo trapo. Venga preguntas sabiendo que Madam C no tenía ni idea por donde le venían las tortas (psicológicas claro).

La acompañé a su casa y la dejé en el umbral de su puerta. Una sonrisa en los labios se dibujo (que alivio por fin se va esta pesada!).

Mientras bajaba en el ascensor comprendí lo mal que había actuado. Lo bruta que soy. Que si bien tenemos memoria genética de cuando fuimos lagartos ni un solo átomo de maternidad social humana (no la animal que esa está ahí agazapada y presta a actuar) se nos a enganchado a los genes. Que la transmisión de lo que nos enseña la "historia" es nula. Ya se HISTORIA en mayúsculas (tengo que hablar de guerras, tiranos y demás?) o la pequeña historia personal de cada uno de nosotros.

En fin:

Disculpa Madam C y disfruta de embarazo-parto y el "famoso" primer mes. Tanto en lo bueno (mucho) como en lo malo (que lo habrá quieras que no... ups! ya se me ha vuelto a escapar la bestia parda!).

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