Es una sensación ambigua, por un lado echaré en falta a Don Draper y la agencia de Sterling-Cooper. En especial la primera temporada con sus excesos etílicos, el sexo antes de los tiempos del SIDA, el contraste entre la american way of life que representaban y la realidad tras las puertas de las casas perfectas de urbanizaciones idílicas a las que los hombres vuelven en tren tras un día de trabajo en la gran ciudad.
Por otro estaba cantado que tarde o temprano nos tendrían que dejar. Ha sido un viaje largo, triste, a veces divertido, siempre destilando glamour del bueno y con unos personajes inolvidables.
Mira tu por donde, hasta me gustó la niña de Las Gilmore convertida en femme fatal de zona residencial.
Lo dicho el fin de una época .
De aquí...
A esto
A aquí
Buena suerte gente maravillosa:
Y de postre, para quien no sepa de que va la cosa un video con escenitas memorables.