31 de octubre de 2011

Día de difuntos

Las visitas al parque parecen ser una fuente inagotable de ideas. O tal vez sea que es un momento de casi relax ya que Mi Ch cada día es más independiente y me necesita menos para jugar.

Sea como sea, ayer mientras esperaba que Mi Ch subiera las escaleras del tobogan la niña que estaba a punto de dejarse deslizar por el solicitaba que papa y mama la cogieran de la mano para acompañarla en su bajada. Como un relampago cruzó la idea fantasma que todo monoparental tiene en el fondo de su armario cerebral "Mi Ch no tendrá nunca a papa y mama pues él pertenece a una familia de solo uno". Aunque el cerebro lo tienes aleccionado y ya te sabes los argumentos "lógicos y políticamente correctos" al respecto no dejas de sentir que el corazón (o la parte emocional de tu cerebro si nos vamos a poner técnicos) aún esta un poco atrasado en la aceptación de la situación. Como una abuelita gruñona sigue reclamando el sueño familiar marcado a fuego en el inconsciente colectivo.

Ahora estoy con el proyecto del álbum de fotos del primer año de vida de Mi Ch. De momento ya está ampliado a un año y medio y ya empiezo a aceptar la idea de que al final será un resumen de los dos primeros años (me niego a alargarlo más). Las primeras páginas del álbum quiero dedicarlas a la familia que le precede, sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos (no tengo fotos de más). Familia que, en su mayoría y por razones obvias no conocerá. Me da pena no poder poner más familia, ni que la que ahora tiene no sea más extensa.

Aunque el día de difuntos no está muy de moda, y lo que se lleva es decir que estamos en Hallowen no deja de basarse ambas fiestas en el mismo concepto: los difuntos, nuestros ancestros familiares, se acercan a nosotros y compartimos dimensión durante unas horas al año. Enlazando con la llegada de las largas noches de invierno y el parón de la naturaleza que se repliega en el sueño invernal la idea ancestral de la llegada de un momento de conexión con nuestros antepasados es común en muchas culturas.

Me gusta pensar que mi madre (cuya muerte la tengo muy reciente y muy presente) aún me ronda. Naturalmente no me hace gracia pensar en ella en plan gore, más bien como un espíritu de influencia beneficiosa y protectora. Me gusta la idea que los familiares difuntos siguen estando allí para interceder por nosotros y protegernos. No soy original ya que en muchas culturas/religiones estos conceptos son comunes.

No puedo dejar de pensar cuando miro a los ojos de Mi Ch en los que se reflejan la sorpresa ante un mundo del que todo es novedad que aunque sea a nivel genético-químico-molecular hay parte de toda su familia que lo acompaña y es parte de él. Y me consuela pensar que aunque forma parte de una familia monoparental no deja de pertenecer a un nutrido grupo de personas que a lo largo del tiempo y el espacio ha formado una cadena familiar de la que él es, por el momento, el más tierno eslabón.

Que nadie me haga mucho caso con este post. Debe haber sido el moscatel de la castañada que se me ha subido a la cabeza.

26 de octubre de 2011

Otro día de parque

Ayer Mi Churrumbel (Mi Ch) cogió una buena perra. De esas grandes y monumentales, colorado a punto del violeta, llorando a moco tendido -y no lo digo figuradamente- todo por un triciclo de otro niño que él se empeñaba en quedarse ad eternum y que yo tuve que poner fin a pesar de la escenita de Mi Ch.

No pasé desapercibida por todos los padres/abuelos que sonreían ante la escena de una mama con un niño bajo el brazo y un triciclo en el otro cruzando el parque para devolver el objeto de deseo a su propietario. Yo me lo tomé con calma. Qué berrea? Pues que berree. Hay ciertas cosas que se han de hacer y enseñar que hasta cierto punto uno puede hacer lo que le apetece pero que pasado el punto ha de hacer lo que debe hacer.


Así que hoy hemos hecho nuestra entrada triunfal con la moto que Mi Ch tiene en casa. Naturalmente el pequeñajo ha preferido la de otro niño a la suya pero como teníamos "vehículo de sustitución" no ha habido problemas con el pequeño propietario. Como suele pasar en estos casos,  hoy -por primera vez- me he fijado en la cantidad de vehículos que había por el recinto del parque, sobretodo  motos y patinetes. Como en el juego de la silla se los iban intercambiando con el único criterio de que la cosa que tiene el otro ha de ser mejor/más interesante/más divertida que la mía.

También me he dado cuenta que han aparecido un montón de futuros usuarios. Recién nacidos (pequeñitos, pequeñitos) que apenas se daban cuenta de nada. Estaban con sus mamas (algunas tan delgadas que me daban una envidia verde y peludosa) y aunque hace solo 20 meses entre mi situación actual y esa otra me ha vuelto a asaltar la amnesia.

No recuerdo haber estado en ningún parque de una manera tan plácida, supongo que pasó pero no soy capaz de visualizarlo. Lo que yo recuerdo es que cada vez que salía de casa con Mi Ch este se ponía a llorar como si en el carrito hubieran pinchos. Caminaba tan rápido como podía a mi destino embargada por la vergüenza al sentir las miradas reprochadoras de los transeuntes que se me quedaram mirando con un rictus en la boca que me escupía a las claras algo así como: pero es que esta mujer no tiene corazón?!! Que lo coja de una vez y le alivie. Pobre criaturita menudo saldo de madre le ha tocado!!!". No recuerdo ni un solo momento de calma en un espacio público hasta pasados unos meses largos. Supongo que eso se debe a que soy primeriza y todas las mamas que hoy había en el parque estaban acompañadas de otro niñ@ de varios añitos.

Suerte de los pequeños vídeos y las fotos que atestiguan que en algún momento SÍ se estaba tranquilo, dormido o mirando al aire con esa expresión de "pero donde demonios estoy, y todo esto, que es?" y yo no siempre estaba tan cansada y hasta tenía humor para sacar la cámara y inmortalizar aquellos instantes.

Eso me ha hecho tener una mayor conciencia de pérdida porque hace una semana mi móvil decidió salir a ver mundo y no ha vuelto y lo que más siento haber perdido de forma irremediable son todos los vídeos que había hecho de Mi Ch.

Ains!

21 de octubre de 2011

A mediados de octubre

A mediados de Octubre y yo con estos pelos!

Llevo varios días queriendo escribir algún post pero siempre que llega el momento (en la sagrada hora de la noche en que Mi Churrumbel -Mi Ch- duerme) estoy demasiado cansada o quiero aprovechar para hacer algo "de provecho" como es fregar, ordenar, ....

Durante el día escribo varios post en mi cabeza, tengo en reserva varios pero de momento no encuentro las fuerzas para adentrarme en muchas disquisiciones. Aún así hago una breve relación de lo que quiero explicar cuando tenga un poco más de energía:

- Merenderos: Descubro nuevos niveles en mi caida a ... no tengo muy claro donde estoy cayendo pero es evidente que cuando encuentra fantástico ir a un sitio donde los hombres cocinan con una cerveza en la mano y un pincho en la otra, rodeada de tuppers, tortillas, servilletas de papel, vasos de plástico y demás te siente todo lo contrario de lo fashion. Sea lo que sea eso.

- Los fashion tambien tienen problemas: Unas horas de relax fueron la excusa para comprarme una revista ultracara (10 €). Se llama Apartamento y es la versión "guaisss" de las revistas de decoración de toda la vida. Aqui los propietarios son todos artístas y otra gente "model.na". Un artículo me llegó al corazón cuando escribe sobre los niños, las casa desordenadas (Señor! Gracias! A ellos tambien les pasa!!!!) por esos demonios de Tasmania que llamamos nuestros hijos. Te sientes tan bien escuchando sus tribulaciones. Puro placer para el cuerpo.

Hay más pero me esta informando el programa que se me acaba la batería del portátil. Os dejo antes que pierda todas estas lineas.
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