26 de abril de 2012

DERECHO O PRIVILEGIO


Ayer durante un ratito me sentí … fatal. Para que negarlo.

Escenario: Mañana. Despacho jefe en una administración pública (no daré más datos por razones obvias).

Personajes a escena: Jefe y 3 trabajadores (entre ellos yo) sentados alrededor de una mesa de reuniones.

El jefe y los empleados están hablando de la crisis. Que si este recorte, que si este otro. Nada nuevo bajo el sol.

Y sin previo aviso ..... uno comenta enfadado:

-         .     Trabajador 1: Claro a ellos (los que tenemos reducción para poder conciliar) no les van a aumentar las horas de trabajo y al resto sí.

-         Trabajador 2: Y además cobran un 10% más de lo que tendrían que cobrar en proporción a las horas que trabajan. 

-          Yo: Uhmm?  Eso no es cierto tendremos que aumentar  -proporcionalmente- las horas de trabajo como el resto. La bonificación del 10%  lo que para mí son solo son 100 € más y se ha de considerar como un derecho y no un privilegio. La conciliación ayuda a la sociedad a que se perpetúe;  pues se tienen hijos que luego serán ciudadanos (pagaran impuestos y demás), y es un derecho, pues todos tenemos derecho a disfrutar de ser padres y cuidar a nuestros hijos. O no?

Los otros trabajadores me miran con hostilidad no dispuestos a bajar del burro. 

-         .    Trabajador 1: Ya, ya… pero yo saqué adelante a mis hijos sin reducción y me tuve que fastidiar.

-         Trabajador 2: Y con los recortes a la gente que lo solicite solo le darán la parte proporcional sin la bonificación.

-          Yo : En el pasado la mujer no tenía voto y se tenía que fastidiar. Ahora no creo que nadie considere que no hemos de tener derecho a voto. Que forma parte de nuestros derechos en tanto ciudadanas. Pues con la conciliación es lo mismo.  Y sí, tienes razón, los recortes son un abuso. Parece que los derechos como persona se han convertido en un privilegio. Y si no preguntarles a los griegos e italianos que ya los han dejado hasta sin democracia imponiendoles gobiernos sin pedir la opinión sus ciudadanos.

Los otros me miran como si oyeran llover. El jefe calla.

La cosa se alargó y hablamos de cómo los días de asuntos propios habían sido moneda de pago a cambio de las horas que echamos en la empresa sin ver un duro y que ahora nos quitan. Y como los que tenemos familia nos vemos doblemente castigados: nos quitan una parte del sueldo (en especias, pero parte del sueldo al fin y al cabo) y encima hemos de gastar más dinero pues si no estamos nosotros nuestros hijos tienen que estar en la guardería, de colonias, o tirar de parientes y amigos.

Todo inútil.



Veía en sus expresiones que para ellos, los que tenemos familia y queremos conciliar, somos unos aprovechados y unos privilegiados. En vez de hacer piña para lograr mejorar las condiciones de los trabajadores nos están arrastrando a un lucha fraticida por un trozo de pan. 

Triste, muy triste.

8 de abril de 2012

Me pido una docena

Nada hacía presagiar el día que he tenido.

Mi Churrumbel (Mi Ch) se ha despertado -después de dormir de un tirón toda la noche- a las 7.23 de la mañana. Ha vagueado en la cuna hasta media hora (lo tengo camelado con eso de que voy a calentar agua para lavarlo, que ahora la traigo, que voy de veras y así gano 30 minutillos para ducharme, desayunar, recoger un poco y demás).

A desayunado como siempre (ni bien ni mal, sino todo lo contrario). Estaba calmado, así que he podido prepararme el café (siempre lo tomo a parte del desayuno, maniática que es una) tomármelo junto a él mientras jugaba con su avión nuevo. Pero, como casi siempre pasa, ha empezado a "despertar" de verdad y su índice de actividad ha comenzado a llegar a los límites -ya conocidos, por otra parte- de "sácame de casa o me subo por las paredes" arreglo a Mi Ch y marchamos al parque más cercano. Solo 4 papas mañaneros y sus peques.

Mi Ch se porta fantástico. Juega con dos niñas más pequeñas que él, se sube a un patinete y me deja sorprendida por lo bien que lo maneja, se sube al columpio y luego baja sin coger un soberano cabreo. Como hace mucho sol y no lleva gorra decido que aunque yo le he hecho de parasol andante mejor me lo llevo a un sitio con sombra (NOTA: sería mucho pedir árboles o algún tipo de elemento que proyecte un poco de sombra? Como es posible que en un país con tan alto índice de horas con sol deje los parques de juego sin ninguna protección? ). Es el bar del gimnasio al que voy. O debería decir la piscina donde Mi Ch no quiere ir porque por lo visto ahora piensa que una piscina es un lugar horrible.

Sigo: se toma unas patatas fritas (mama ayuda en la labor de vaciar la bolsita), las compartimos con una paloma que Mi Ch se empeña en perseguir por todo el recinto. Todo transcurre tranquilo y sin muchos sobresaltos. Hacia las 12 el rapaz se hace caca y decido que esa es la señal para volver a casa

Llegamos a casa (30 minutos para un recorrido de 10) y en cuanto me pongo a cambiarlo Mi Ch se duerme encantado de la vida. Lo meto en la cuna. Las 13.00. Normalmente se duerme después de comer entre las 14.00 y las 15.00 y luego como yo. Pero dadas las circunstancias decido comer en ese momento. 13.30 ya he acabado con el plato de pasta que me quedó del día anterior y una pieza de fruta, decido tumbarme en el sofá y intentar dormir. Me duermo. Despierto y son .... las 15.00 y Mi Ch aún duerme. Estoy que no me lo creo. Hago el vago hasta las 15.30 y decido que ya está bien y que mejor lo despierto. Entre una cosa y otra no lo levanto hasta las 16.00.

Se come el plato entero de verdura con carne -cuando lo habitual es el 50 %-. Está tranquilo (normalmente se levanta de muy mal humor cuando hace siestas tan largas). No me cuesta nada vestirlo y salir para ir al parque con una amiga. Se porta como todo un hombrecito durante toda la tarde. Se deja coger la mano mientras caminamos hacia el parque, juega con nosotras y nos deja un poco de tiempo para charlar mientras él se entretiene con la arena. Salimos del parque sin quejas y vamos a un bar cercano; allí se sienta como un campeón a tomarse la merienda. Un poquito más de juego y para casa.

Cena bien, leemos un libro (7 veces), vamos a la cama y se queda dormido con la primera canción en menos de 10 minutos.

En días como hoy me entran ganas de tener media docena o docena y media si no me lo pienso demasiado.

POST SCRIPTUM: Perdón por l@s que hoy habeís tenido un día horrible con vuestr@ descendiente/s. Cualquier día os caerá en suerte un DÍA PERFECTO como éste y no sabreís a qué o quién agradecerlo. 

4 de abril de 2012

Resacón

A mí me pasa estos días como después de una fiesta que he organizado durante largo tiempo o esperado con ilusión: me da un bajón enorme. Es como una sensación de vacio ante la emoción de un evento en el tiempo.
Supongo que a todos nos pasó algo parecido con la entrada en el año 2.000. Tanta expectación y luego…. pues salió el sol por la mañana y el reloj hizo tic-tac y todo el cosmos seguía igual. Nada de colapso universal, apocalipsis o vete tú a saber.

Porqué estoy diciendo esto? Pues porque después de la huelga me siento un poquito así, desinflada. Debe ser el resacón de sentimientos de cabreo y demás (ver post anterior) sobre la situación actual de mi entorno.

Primero de todo agradecer la aportación de Raquel -me encanta su blog (http://entrehijoshilosyhojas.blogspot.com.es/) y prometo que en cuanto pueda me pongo con alguna labor manual-, es agradable ver como suben las estadísticas de visitas (tranquil@s Blogspot solo me informa de los países desde donde se me visita sin dar más info; vuestra intimidad está garantizada).  Y os animo a dejar algún comentario siempre que queráis.

En segundo lugar: ciertamente es pertinente hablar del entorno económico y social cuando se habla de maternidades.

A diferencia de Jane Austen (de rodillas, please) creo que las mujeres de hoy en día SI debemos hablar de nuestro entorno. Me he dado cuenta que desde que tengo a Mi Churrumbel (Mi Ch) soy más sensible a cosas que antes no parecían afectarme. Ejemplo: las películas/series que veo. Casi un año después de tener a Mi Ch comencé a ver una serie que se llama The Killing en que se narra la investigación policial de una adolescente muerta. Me di cuenta que empatizaba con los padres como nunca no lo había hecho antes y el sentimiento de alarma, de “eso me podría pasar a mi” crecía en mi alma y germinaba un sentimiento de angustia desconocido hasta ahora.

Siempre hay alguien que lo sabe decir mejor y más conciso.
(www.desmotivaciones.es)

La crisis me afecta personalmente, pero si solo estuviera yo no me preocuparía tanto como ahora que tengo alguien a mi cargo. Dado mi pesimismo sepiterno, nada bueno puedo esperar del futuro. Pero ahora imaginar mi futuro no me preocupa tanto como imaginar el futuro –más lejano y por tanto más incierto- de Mi Ch.

Así que, si Mi Ch cuando sea mayor no puede ir a la universidad porqué mi sueldo ya no da para eso o tiene que convertirse en emigrante (en un país que hasta hace uno o dos años era lugar de llegada de gente de todos los países) remueven mi conciencia y logran sublevarme como nunca antes.

Asco de ser mamá!!!
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