12 de diciembre de 2013

Una historia sin final

He dudado si explicar esto en un comentario al post anterior. Pero supongo que alguna persona se habrá quedado con la misma duda sobre la historia de mi amiga y no todo el mundo mira los comentarios (like myself sin ir más lejos)

He pensado que nunca -eso de los 6 grados de separación de los que siempre hablo- se sabe si alguien la conocerá y que mejor mantener la confidencialidad. Así que llamaré a mi amiga Penélope (lo cual quiere decir que se llama de cualquier otra manera que no sea esa).

Nos conocimos en el primer curso de la universidad. Aunque cada una vivía en un lado de Barcelona salíamos juntas todos los fin de semanas aprovechando mi reciente carné de conducir y mi flamante "segunda mano" Wolkswagen Escarabajo que era rojo y descapotable para envidia de propios y extraños.

Fuimos durante varios años grandes amigas . Compartimos viaje de veranito a Tenerife en verano. Ella volvió negra y yo blanquita. Lo que me hizo perder toda esperanza de lograr ligar bronce y desde entonces no he vuelto a estirarme bajo el sol para nada más que no sea secarme un pelin y volver al agua.

Una nació para lechuga. Las habéis visto flotar en el agua? Pues así soy yo en el líquido elemento.

Con el tiempo se añadió una nueva persona al grupo: Adoración Divina (nombre ficticio solo en parte). Sin ella jamas me hubiera sido posible entender el sentir profundo (que si fuera color sería azul-oscuro-casi-negro) de algunos castellanos respecto a como ven Catalunya y la gente de aquí. Gracias AD por ello. Estés donde estés.

Al grano. Penélope dejó la carrera -no le acababa de convencer- al finalizar el primer año de carrera y se puso primero a trabajar primero y luego paso a estudiar enfermería.

Yo -siempre tan optimista para con el prójimo- pensaba que Penélope era alguien que lo tenía todo: era lista, delgada, guapa, simpática,... incluso tenía dinero propio mientras yo aún seguía dependiendo de mis padres. Cuando íbamos de tiendas no podía evitar un suspirito al verla reflejarse en el espejo con ropa que yo no podía aspirar a comprar y un cuerpazo de modelo para lucirla.

Solo le faltaba (perdonadme era muy joven entonces) poner un "hombre" en su vida. Esa era una conversación que a lo largo de los años y las amistades se ha repetido de manera cíclica: que dificil encontrar algo potable, que mal está el mercado, que si patatin-que si patatan.

INCISO:
Visto ahora (con 40 el mercado SI ESTA DIFÍCIL!!) me parece una tontería los problemas de entonces. Me queda la esperanza que a los 80 se me haya pasado la tontuna.

Sin venir a cuento empezó a darme largar. Hoy no puedo, me ha venido la regla, tengo dolor de cabeza, estoy cansada, una boda,.....

Una también tiene su orgullo y tanta negativa empezó a hacer que yo llamara cada vez menos.

Al final ya no llamaba. Y ella tampoco.

Como dije en el post anterior suponía que estaba con un hombre maravilloso. Feliz como una perdiz. En un nirvana de sexo y afecto que yo apenas podía alburar.

Muchos meses después recibí una carta. Tened en cuenta que en aquella época no estaba extendida internet ni mucho menos. Donde me explicaba que se había intentado quitar la vida a base de cortarse las venas y que luego había entrado en la habitación de sus padres (esto lo ves en una peli y no te lo crees).

Lo siguiente había sido ir de urgencias y luego la hospitalización. Lo último que contaba es que a veces la tenían que atar a la cama porque debido a los sedantes a veces se caía de la misma;

Le respondí ofreciéndole mi apoyo y expresando mi mayor sorpresa. Ignoraba que estuviera pasándolo mal y que me sentía fatal por no haberme percatado de nada.

Desde entonces no he vuelto a saber de ella. Nunca me ha atrevido a llamarla.

Sinceramente espero que esta vez mi "optimismo respecto al prójimo" sea cierto y este recuperada y sea muy y muy feliz.


4 comentarios:

  1. ahii pobrecita pues si ojala esté mucho mejor tu amiga y tu haya mejorado tu capacidad de analisis del otro o otra ejjeje

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  2. Pues seamos positivos e imaginemos ese final que has escrito. Ojalá sea así.
    Muas!

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  3. Que chasco! en el post anterior pensaba que era una historia reciente. En fin, esperemos que la chica haya salido del bache.

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  4. Esperemos que tu amiga se haya recuperado.
    Pero tú no te sientas culpable por lo que ha pasado, porque.... ella sabía (y sabe) donde estás... y supongo que hubiese sido tan fácil como descolgar un teléfono.

    Besos!!!

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