Crecimiento y duelo

El otro día leía un post de Mo -a la que quiero agradecer antes de nada sus numerosos comentarios- titulado: El fin de un ciclo. Me llamó la atención que de forma paralela ambas estamos haciendo duelo por el crecimiento de nuestros vástagos.

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Vale, eso ha quedado raro. Intento explicarme un poco mejor: Los bebés dejan de ser bebés. Duelo: no más llevarlos agarrados a nuestras carnes, ropita ultrachiquita, no más gugu-gaga, .... Fiesta grande: No más pañales, dormir más horas por la noche, escucharlos hablar y poderte comunicar de manera más eficaz, fin de las papillas bienvenido al mundo de comer normal,...

Como veis en mi caso el paso de una cosa a otra ha pesado más la alegría que la tristeza. La verdad es que ... y que nadie se me ofenda....no me gustan los bebés. Lo sé soy un monstruo horroroso, pero -como decía Valmont en las Amistades peligrosas (con Malkovich y Glenn Close, please)- "no puedo evitarlo".

Aunque he "disfrutado" de todos los placeres de tener un bebé en casa. Y he tenido la suerte de que se criara sano y fuerte. Lo de la fase bebé no es para mi:

- Toda la casa llena de cosas de bebé: bañera, corralito (le puse varias mantas, edredones en el suelo para que pudiera jugar en medio del salón a sus anchas los parques con sus barreras siempre me han horrorizado), tumbona, trastos para los biberones, cambiador, pañales,...

- Desesperarte por no saber que quiere o le pasa y él venga llorar y yo venga -en plan científica loca- probando todo tipo de cosas a ver cuando suena la flauta (hambre? no? caca? no? frio? no? calor? no? palmitas?... Aaaaggh!)

- Tareas "especiales": Montañas de ropa para lavar con jabón para bebés, montañas de "trapitos" ultrasucios para repasar a mano, dejar en lejia..., limpiar el suelo como una maniatica cuando empezó a gatear, darle juego y carretearlo por casa haciendo las tareas del hogar, ...

- Lesiones varias: Un futbolista hace un mal movimiento y nota cierto dolor en el muslo/pantorrilla/lo-que-sea y le visitan los médicos para luego decir que ha de estar una semana sin jugar. Nosotras (ir al médico? Cuando saco tiempo?) acabamos con la espalda dura como una piedra llenas de contracturas, las muñecas doloridas, los hombros cargados y ... seguimos nuestro día a día como unas campeonas.

Pues lo siento, a mi todo esto me sobraba y ahora soy una mujer mucho más feliz con los músculos recuperados, la casa con más espacio y encantada de la vida de ver correr a Mi Churrumbel -él solo- hacia el lavabo diciendo "pipi-pipi!!" y tirar el agua, salir andando relajado diciendo "que gusto". A mamá -es decir yo- se le cae la baba que es un portento, más feliz que unas castañuelas.

Duelo? Si. También. Como a Mo. En especial por no repetir la experiéncia. Porque a mi no me tocó un niño trampa (esos primogénit@s que se portan como ángeles y te lías a tener más con la vana esperanza que los siguientes serán tan fáciles como el primero), pero pienso que tal vez la segunda vez hubiera sido más llevadera. Que me cogería con más experiencia y mayor conocimiento de causa.

Duelo porque -en mi caso- solo compraré ropa de niña cuando tenga que regalarsela a la hija de una amiga. Duelo por lo aburrida que es la moda masculina (de bebé, niño y adulto todo sea dicho de paso). Duelo por no volver a estar embarazada (igual esta vez no me pasaba los 9 meses vomitando). Duelo por no haber grabado más videos, hecho más fotos, mirado más su carita y acariciado sus manos. Duelo por no ver a dos crios juntos de la mano llamandose: hermano (según me cuentan a veces más que de la mano se tiran de los pelos pero eso es otro cantar).

Y es que las personas somos raras, rarunas. 

Tiemblo solo de pensar en los primeros tiempos de Mi Ch y a la vez lloro por no poder repetir. 

Asco de vida!

PS: Como me gusta eso de hablar del proceso de duelo.... suena tan de 
adulto-profesional-mira-que-soy-alternativo-la-la