Tengo el tobillo inflado como si me hubieran metido un limón dentro. Empieza a tomar ese color violáceo tan poco atractivo. Duele.
Ayer, a última hora de la tarde, ya volviendo a casa con el niño en brazos aullando (y no de manera metafórica sino dejándome sorda de un oído con sus uuuuuhhhh! uuuuuuhhh!) en esa mezcla fatídica de "no-quiero-volver-a-casa-pero-estoy-muy-cansado".
Yo también estoy cansada, claro, y aullo pero solo en mi cabeza. Supongo que me despisto un poquito y tropiezo en medio de la calle, caigo en cámara lenta, veo la cabeza de Mi Ch que va directa al suelo. Me muevo para impedirlo. Toda yo impacto contra el suelo, pero él se queda a pocos centímetros sin tocar el suelo, intacto.
No me puedo mover. Paralizada pensando en lo que le podía haber pasado a Mi Ch. No le ha pasado pero mi cerebro no procesa esto. Se ha quedado bloqueado. Una pareja que pasa por ahí me ayuda a sentarme y me pongo a llorar de puro terror. Con la imagen de Mi Ch con la cabeza llena de sangre. Es una pequeña crisis nerviosa.
Mi Ch parece ajeno a todo. Como si todo hubiera sido un juego que le he hecho para sacarlo de su estado aullador (nota: funcionó ahora rie divertido).
Logro sobreponerme. Doy las gracias y sigo camino a casa. Llego. Mi padre está esperándome. Le cuento lo sucedido mientras desnudo a Mi Ch para bañarlo. Él quiere que me pare. Pero digo que ahora toca ducha y cena antes que el sueño lo venza del todo (si tiene mucho sueño no come y se duerme con el estómago vacío). El tiempo es vital.
Mi padre cede hasta que lo saco del baño entonces toma las riendas. "Tu te metes en el lavabo y pon ese pie en agua caliente con sal o mañana no valdrás para nada". Me encierro en el lavabo. Y entonces pienso en todo lo que ha pasado. Vuelvo a llorar.
Donde he quedado yo en mi lista de prioridades?
MIERDA!!!
Me he convertido en MADRE!!!!! Aggghhh!
Soy invisible hasta para mi!!! Nooooooo!!!
Mi Ch se ha convertido en el Top One. Es un invasor acaparador.... y yo estoy abducida con todas las de la ley. Soy como mi madre, mi abuela, soy todas las mujeres que me preceden. Con toda esa filosofía de lo primero es la descendencia y luego muy muy en segundo plano voy yo.
MIERDA!!
Yo aquí largando que si madre moderna, nuevos valores y bla, bla, bla para qué luego mi cerebro de reptil me convierta en una madre-protectora-troglodita.
SER MADRE APESTA!!
Espero que lo del tobillo no sea nada, me alegro de que lo del niño quedara en un susto. Me temo que las madres al final somos todas iguales, aunque nos pese. Recuperate, un beso
ResponderEliminarSiento responder tan tarde pero entre lo del miercoles mudo, el tobillo y la vida que pasa y no para.... voy con la lengua fuera.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus ánimos. Es reconfortante leer mensajes así.
menudo susto! yo también espero que haya quedado en nada lo del tobillo porque los tobillos son luego difíciles de curar y de recuperar del todo (lo sé por propia experiencia).
ResponderEliminartienes razón en lo del cerebro reptil, al final es el instinto lo que prevalece. yo ya lo ví de embarazada. como no me veía los pies con la barrigota me caí de bruces por las escaleras del metro un día y no sé qué pirueta del circo del sol hice pero aunque yo terminé llena de morados en las piernas y los brazos la barrigota no tocó en suelo.
espero que puedas descansar ahora el fin de semana.
:) qué caída! :D tenías pocas opciones, o caías tú, él o los dos :D, es culpa del instinto, en tan pocos segundos es el único que reacciona :D
ResponderEliminarPues eso: asco de ser madre y quedarte la última en tu propia lista de prioridades!
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