El otro día traje un libro con fotos de granja. Que si vacas, perros, patos, cerditos, gallinas, ...... Pues a Mi Ch no le hacía ni frio ni calor, pero cuando vió la página dedicada a maquinaria eso SÍ le emocionó y no dejaba de mirar las imagenes de cosechadoras, tractores, remolques, embaladoras, etc.
En resumen, tengo un niño de ciudad. Así que después de unas semanas de frío polar y de haber intentado durante todo el invierno montar una escapada sin éxito (ahora llueve, que si tiene mocos, que si la enferma luego soy yo, que si esto, que si lo otro), me lié la manta a la cabeza y dije aquello de "ahora o nunca".
Fue una salida con el maletero a tope de comida y cosas para que Mi Ch no "sufriera" con el cambio. Vaya, que nos íbamos a 2 horas de la ciudad pero como si el destino fuera tierra ignota. Con decir que hasta nos llevamos el disco duro con todos sus dibujos animados (hay como para estar viendo cosas 3 días seguidos -y no exagero-) creo que lo digo todo.
Reservamos un apartamento, aprovechando una oferta, y la verdad es que el lugar era genial pues tenía jardines, que lindaban con el campo y unas granjas lo que te hacía sentirte en medio de la naturaleza. Había un burro en un cercado y a Mi Ch al principio no le hizo mucha gracia pero enseguida le pilló el truco y se puso a darle hierba.
Mi churrumel en el jardín con montañas al fondo |
Tuvimos oportunidad de acercarnos a un río y pasar el rato tirando piedras mientras el sol de una más que próxima primavera nos llenaba de energía y optimismo.
Ha sido un cambio agradable, hemos vuelto a la rutina con alegría y Mi Ch lleva unos días comiendo como una lima. Al final será cierto eso que el aire del campo abre el apetito!
Propósito de final de Febrero: salir más de la ciudad y disfrutar de la naturaleza un poquito.