Elegir colegio 1

A veces a una le asalta el desafio "a ver si voy a ser capaz". El otro día en el blog de Madresfera surgió la idea de hablar de ese momento crítico que es elegir cole para nuestras criaturas.

Seré capaz de hablar de eso?

Pues vamos a ver que sale si me estrujo un poco las meninges:
Antes de empezar comentar que este tema (como tantos otros como el fútbol o la política) es de esos en que todos tenemos algo que decir. No siendo la inmensa mayoría diplomados en la materia. Modelos de escuela hay tantas como colores.

Una que es lega en la materia (forma culta de decir que no tengo ni pu.. idea) va y pregunta a otras madres que tienen la mirada más segura y la voz más firme. 

-        -  Pues está la escuela que usa fichas y la que usa proyectos. Y la de proyectos son las mejores.

Punto y final. Yo tan preocupada y la cosa era solo elegir fichas o proyectos. Ummm? Y que significa eso? 

-        - Las fichas son repetitivas, el niño no acaba nunca de hacerlas y se siente fatal. En cambio los proyectos son integradores de varias materias, buscan ser integrales y son divinos de la muerte 

Vaaale! El “divino de la muerte” lo digo yo como resumen del hecho.

-        -  Para saber lo que usan solo has de preguntar por la editorial.

EIN? Ahora también he de saber de editoriales?!!!

Finalmente deseché la idea de seguir preguntando. Cada afirmación hubiera necesitado una larga explicación del método, la forma de concebir al individuo y la sociedad y todo eso.  Y ese intercambio de información se suele limitar a una conversación de pasillo mientras dejo a Mi Churrumbel en su clase por las mañanas.

Tengo la tonta creencia que el colegio solo es una parte de su educación. Importante, cierto, pero no única. Aunque el homeschooling no se inventó para mi, si creo que el papel de la familia ha de ser tan o más importante que la escuela.

No quiero dejar al colegio toda la responsabilidad de hacer de Mi Ch una persona adulta. Lo más importante que ha de aprender quiero que sea en casa. Y eso tan importante es el hecho de ser persona. 

Creo que es muy difícil, pero es un reto que no pienso delegar. Quiero que los valores que aprenda sean los que ve en casa, que mire el mundo desde una perspectiva abierta, quiero irle dando herramientas para las preguntas que le surgirán sobre la vida y su papel en el mundo.

Así que el elemento más importante fue algo que a veces se mira más como un aspecto económico o de logística que como un elemento básico de su educación: ir a comer a casa.

Supongo que parece una cosa nimia. Igual me equivoco. O no. Vete a saber. No me digan porqué pero pienso que esas dos horitas de estar en casa comiendo (y hablando) con sus mayores, poder hacer la siesta o dedicar un tiempo a la sobremesa son fundamentales.

Como buena mediterránea le doy mucha importancia a todo aquello que pasa alrededor de un plato de comida. Son en esos momentos donde uno se va haciendo persona. Del dialogo surge la necesidad de razonar y estructurar el pensamiento. 

También es cierto que hoy en España con lo mal que conciliamos la cosa está difícil en grado sumo y que me puedo dar por muy privilegiada de poder hacer el esfuerzo de estar en casa al mediodía.

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