Día Horribilis

De igual manera que hacía años que no me tomaba 4 semanas de vacaciones y he logrado recuperar pilas, por primera vez he caído en el síndrome post-vacaciones de cabeza.

Ayer fue el primer día de trabajo pero como vas prevenida fue una introducción suave a la rutina diaria. Por la tarde nos fuimos a dar una vuelta a Montjuic y vimos atardecer lánguidamente sobre la ciudad. Volvimos a casa ilusionados pensando en que al día siguiente Mi Churrumbel (Mi Ch) iniciaría una nueva andadura: la escuela bressol.

Mi Ch frente al Museo Nacional de Catalunya un lugar fantástico lleno de arte y con una de las mejores vistas sobre BCN

 

A pesar de tenerlo todo bastante pensado la realidad se ha impuesto, a sido un día de correr de un lado para otro, de nervios y urgencias caseras. El primer contacto con la escuela ha sido de solo una hora. Conocer los otros niños y sus familias, ir  de un lado para otro descubriendo los diversos rincones de la clase, salir al patio y verlos jugar....

Hemos vuelto cansados por la emoción, comida rápida y siesta larga. Luego unas cuantas carreras más porque habíamos vuelto físicamente pero en el plano mental aún estábamos por ahí fuera y ahora me doy cuenta del montón de cosas que hay pendientes.

Por fin ha llegado la noche. Estoy triste -es la depre post-vacas supongo- y un poco cansada de que pese a que Mi Ch cada día está más despierto yo sigo agotada al final de la jornada, con la casa patas arriba y una lista que ni la de los Reyes Magos de cosas por hacer.